Los ventiladores eléctricos pueden proporcionar alivio, pero cuando la temperatura se acerca a los 100 °F (aproximadamente 38 °C), los ventiladores no prevendrán las enfermedades relacionadas con el calor. Ducharse o bañarse con agua fría o trasladarse a un lugar con aire acondicionado son maneras mucho más eficaces para refrescarse.
El aire acondicionado es el mejor factor de protección contra las enfermedades relacionadas con el calor. Estar en áreas con aire acondicionado, aunque solo sea por algunas horas al día, reducirá el riesgo de estas enfermedades. Considere visitar un centro comercial o una biblioteca pública por algunas horas.